martes, 23 de febrero de 2010

Cambios


Uno es mas aunténtico cuanto más se parece
a lo que ha soñado de sí mismo

TODO SOBRE MI MADRE



Hace mucho que no leía a Bryce. Recuerdo que la primera vez que cogí un libro suyo fue hace cuatro años en Ayacucho, en una tiendita improvisada que daba al frente del hotel donde me hospedaba. Era un libro gordo y muy buen cuidado al que solo verlo le tome un cariño inimaginable. Lo compré sin pensar siquiera que aquellos diez soles o tres sacrificadas botellas de "calientito" terminarían por resolver mis mil un conflictos personales posteriormente.

Y me ayudó como nunca imaginé que un par de páginas lo harian, y fue alli donde entendi, entre besitos becquer y miller, entre via crucis rectales y viajes frustrados, que solo las palabras con sus sentidos, me podian devolver diariamente aquello que extravío cada día cuando me levanto, y que en dias como estos, como mismas amantes penelopenianas, inquebrantables y pacientes, vuelven a mis dedos a recodarme que es lo que soy o deseo ser.

La verdad es que mi relacion con ellas de aqui a un tiempo se ha vuelto como la de un esposo colonial y capitalista, como un machista religioso y devoto. No lo niego, es por mi culpa, por mi culpa, por mi maldita culpa; dejarla extraviada y abandonada, abandonandome de paso con ella sin querer y irremediablemente queriendo. La deseo y la extraño, de eso no hay duda, por lo que he decidido comenzar a decidir y tratar de encontrar el mejor camino para recontrarme con tienditas improvisadas y libros salvavidas

Es asi que este día termina con palabras que espero vuelvan a ser lo que fueron o tal vez puedan cumplir lo que quieren ser y puedan cambiar mi indisciplinada forma de ver el techo cuando me levanto y juego con las sabanas tratando de evadir una realidad a la que estoy atado con mil grillete siendo solo ellas, irónicamente, me devuelven un poco de lo que he perdido estos años.

viernes, 12 de febrero de 2010

Situaciones

Al final, no nos quedan mas que recuerdos...
Al final, no nos quedan mas que palabras
Después de todo, no se sigue siendo ni uno mismo...