sábado, 15 de agosto de 2009

martes, 4 de agosto de 2009

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A propósito de "El matadero" de Esteban Echevarría

Gustavo A. Alcántara Ariche


LA JAULA IDEOLÓGICA: ESTADO Y SUJETO EN EL MATADERO DE ESTEBAN ECHEVARRIA

Las profundas transformaciones políticas y sociales que marcaron el siglo XVIII, fueron el comienzo de una serie de cambios radicales que en el siglo XIX originaron la búsqueda intensa de una identidad propia y regionalizada. Ello determinó que nuestro continente fuera el flanco de múltiples procesos que permitieran formar una idea de lo que éramos y lo que queríamos ser. La nación se erigía concebida desde los fracasos que había generado las instituciones coloniales las cuales, formando la primera identidad del individuo, se bifurcaba entre una tradición paradójica y las incipientes manifestaciones liberales que los procesos independentistas latinoamericanos estaban generando. América comenzaba a poblarse de caudillos y de ideas.
En este contexto, el papel de los folletines o de las novelas románticas se establece como la principal arma ideológica en la construcción de la nación. Las novelas, más allá de su función ficcional, se alzaban como proclamas ideológicas que establecían modelos de lo que debería ser el sujeto y la sociedad (Iglesias 1996:25. La sociedad se constituía en una lucha ideológica constante entre el individuo y las instituciones que representaban el proyecto ideológico a seguir. Por ello, Cuando Esteban Echevarria (1801-1805) escribe El Matadero (1838-1840) no sólo se evidencia en el texto, el proyecto de nación, sino que también se identifica como una manifestación ideológica de un grupo subalternizado (Unitarios) que si bien en un principio ostentaron el poder, éstos, fueron desplazados por un gobierno dictatorial (federales) que impuso su propio proyecto de nación (un gobierno descentralizado dirigido por los caudillos de la revolución) Vemos que la nación es generada desde una resistencia ideológica y por otro lado es constituida desde la institucionalidad del gobierno. Los personajes que configuran el texto se constituyen como ideales colectivos y modelos explícitos de la sociedad. Desde ese punto ¿Cuál seria la relación entre los personajes, como factores colectivos, con la institucionalidad representada, metafóricamente, por el Matadero en el texto? ¿Se podría hablar del matadero como la representación de un sistema que genera elementos de liberación y represión en la configuración del sujeto? Esas son las interrogantes que desarrollará el presente trabajo

1. ¡Libres e idependientes!: Nación como antecedentes
El proceso independista en América Latina mas allá de originar una supuesta liberación de los pueblos[1] también provocó una ruptura ideológica y un nuevo cuestionamiento acerca de quienes éramos y donde estábamos. Las instituciones coloniales habían construido en el imaginario colectivo de la época, la identidad no sólo de grupos establecidos sino de la función socio ideológica del sujeto dentro del status quo de dicho sistema.

El proceso independentista provocó una transformación insertando nuevos sujetos y nuevas instituciones que permitieran dar un nuevo rumbo a la sociedad. Estas transformaciones permitieron una reformulación del papel del sujeto dentro de la sociedad. El surgimiento de caudillos propicio una ola independizadota por todo el territorio americano, revocando el papel organizativo que representaban las instituciones coloniales como ejes de dominación externa e instaurando una nueva distribución de los poderes entre el pueblo; cuyo estandarte simbólico seria la Republica. Vemos entonces que es la transformación del Estado –de Virreinato a Estados Republicanos- un primer paso dentro de la nueva formulación de una identidad propiamente americana.

La independencia se convierte por tanto en síntoma de una búsqueda por la identidad colectiva y la territorialización individual que si bien la reformulación del Estado, ahora Republicano, propuso el primer movimiento para insertar a los nuevos sujetos y formar poderes que permitan adecuarse a una realidad mas cercana y coherente, es la misma independencia quien abrió las expectativas de las sociedades y del sujeto en busca de una identidad establecida en un imaginario anterior.

2. ¿Por la voluntad general de los pueblos?: Nación como conflicto
Como hemos visto las revoluciones independistas establecieron una nueva manera de mirar al mundo ya no desde las instituciones coloniales sino desde la percepción del cambio y la formación del individuo en su propia tierra. Ello llevo, en primer lugar, a generar instituciones que se adecuen más a las exigencias del territorio de cada Estado. Por otro lado, la participación del sujeto, representado en el caudillo libertador, comienza a tener mas preponderancia, creando dentro del imaginario modelos para construir identidades de nación[2] y sociedad, ya que para la iniciativa privada casi no tenia lugar dentro del desnaturalizado Estado corporativo del Imperio en el que se reconocía a los grupos antes que a los individuos se imponía una estricta jerarquía de color y de castas (Sommer: 29)

La creación de una nueva forma gubernamental exigió, en primer lugar la creación de nuevas instituciones que permitieran cubrir las demandas reales del pueblo por lo cual, también exigió la creación de individuos capacitados para dicha gestión, generando, por tanto, jerarquizaciones sociales. El control del Estado por tanto estableció también el establecimiento de una identidad que permitiera a la sociedad desarrollarse como tal. Pero, al ver la multiplicidad de culturas dentro de un territorio, la identidad paso a convertirse en un proyecto de clase, formando una idea de como se debe constituir la nación desde la visión de cada frente. Se creo entonces las distinciones entre lo oficial (apoyo al gobierno) y lo no-oficial (resistencia) generando manifestaciones que legitimen un frente y sojuzgar al otro empleado mecanismos que homogenizaran a los individuos ideológicamente, ya que era la sociedad civil la que debía ser cortejada y domesticada después que los criollos conquistaron su independencia (Sommer: 23)

3. El romance de Argentina
El romanticismo surge desde la creación de diversos grupos ya no regidos por estatutos coloniales sino desde vertientes ideológicas[3]. Lo que se trata es de crear una historia que hasta ese momento estaba muy alejada de sus propias experiencias. Las manifestaciones literarias llenan la ausencia de una historia propia creando marcas que permitan distinguir a lo sujetos.

Así, historia, costumbres, ideas y confrontaciones parten como rasgos ideológicos que deben establecer dichos grupos. Por lo que, la creación de modelos surge más que una necesidad para identificarse con otro, como una construcción significativa que permite territorializar al sujeto a lo que necesitaba descubrir: la tierra misma. En ese contexto vemos que Argentina estaba dividida en dos bandos la de los unitarios (resistencia ideológica basada en la centralización del poder) y la de los federales (seguidores de una ideología descentralizada y caudillezca). Teniendo cada grupo una idea de cómo debe ser la nación y por tanto una identidad que la respalda.

a. ENTRE CUCHILLLOS Y LIBROS: EL MATADERO
Cuando Esteban Echevarria escribió El Matadero entre los años 1830 y 1840 no solo se erige como la primera novela en Argentina sino que se establece como un manifiesto sobre la política imperante que el General Rosas y los seguidores federales establecieron dentro de dicho espacio.

La dicotomía de civilización y barbarie que años después observarían otros pensadores argentinos, se plasma dentro del texto como un reflejo del conflicto ideológico entre ambos bandos. Estas diferencias están expuestas a través de marcas culturales que identifican a cada grupo en específico. Estas marcas, representadas en prácticas culturales, son las que definen el perfil de cada individuo y el proyecto de nación que cada grupo desea establecer. La pertenencia a un espacio, actúa sobre los cuerpos que lo constituyen, como una red que los ideologiza, de manera que permite determinar modelos específicos. La formación de los sujetos en El matadero es un relato sobre la violencia de los cuerpos que apuesta a producir con la violencia de las palabras el efecto de violentar al lector, del mismo modo que las acciones violentan al héroe unitario (Iglesias: 1996, 25) Siendo el empleo de lenguaje en el texto es una característica fundamental, ya que delimita la ideología en que cada grupo (federales y unitarios) se constituye. El mundo del unitario, gracias a la “riqueza” adjetival y metafórica, es exaltado hasta la idealización

"-Si, a la fuerza y a la violencia bestial. Esas son vuestras armas infames. ¡El lobo, el tigre, la pantera, también son fuertes como vosotros! Deberías andar como ellos, en cuatro patas
-¿No temes que el tigre te despedace?
Lo prefiero a que maniatado me arranquen, como el cuervo, una a una las entrañas
-¿Por qué no llevas el luto en el sobrero por la heroína?
-Por que lo llevo en el corazón por la patria que vosotros habéis asesinado, infames." (Echevarria 1986: 87)

Mientras que lo federal, a través del lenguaje sin fioritura, es exasperadamente condenado (Jitrik: 1971, 91)

"-Como toro le ha de quedar: ¡Muéstreme los c… si le parece, co…o! (…) Para el tuerto los h…
-Si, para el tuerto, que es hombre de c… hará pelar con los unitarios. El matahambre a Matasiete, degollador de unitarios,
¡Viva el Matasiete!" (Echevarria 1986: 81)

b. ESPEJOS Y REFLEJOS: LOS APARATOS IDEOLOGICOS DEL ESTADO
En ese sentido el grupo federal, dentro del texto, se constituye como producto ideológico del gobierno (hegemónico) y cuyas representaciones simbólicas están estructuras en la Iglesia y el Matadero. Vemos en el texto que la Iglesia se configura como una extensión ideológica del Estado.

La iglesia (…) ordena vigilia y abstinencia a los estómagos de los fieles a causa de que la carne es pecaminosa y como el proverbio, busca la carne. (…) Es de creer que el Restaurador tuvo permiso especial de su ilustrísima para no abstenerse de carne, por que siendo tan buen observador de las leyes, tan buen católico y tan acérrimo protector de la religión. No hubiera dado mal ejemplo aceptando semejante regalo un día santo. (Echevarria 1986: 77)

Si bien vemos que el narrador relata con cierta ironía la función de la Iglesia dentro de la sociedad, mucha mas irónica es la posición de los grupos federales que ante las injusticias que tiene el gobierno para con ellos mismo ellos siguen siguiéndolo. Vemos allí la función de la ideología. Si bien en el contexto de Echevarria la ideología se definida solo como el conjunto de ideas[4] estas estaban concatenadas desde un punto en común. La ideología por ello se constituye como la fuente por la que el sujeto se determina y genera su identidad a pesar que ello implique su utilización. Louis Althuser en Ideología y Estado nos indica:

“La ideología es una representación de lo real, pero necesariamente falseada dado que es necesariamente orientada y tendenciosa; es tendenciosa porque su fin no es el de dar a los hombres el conocimiento objetivo del sistema social en que viven, sino por el contrario ofrecerles una representación mistificada de este sistema social, para mantenerlos en su lugar en el sistema de explotación de clase” (Althuser 1999: 55)

El matadero, en ese sentido, se erige como la fuente principal de representación simbólica del Estado. El matadero no sólo funciona como centro abastecedor de alimentos sino también de costumbres e identidad.

“El juez del matadero, personaje importante, caudillo de los carnicero y que ejerce la suma del poder en aquella pequeña republica por delegación del Restaurador (…) se encuentran los siguientes letreros rojos: “Viva la Federación”, “Viva El Restaurador y la heroína Doña Encarnación Ezcurra” “Mueran los salvajes unitarios” Letreros muy significativos, símbolo de la política y religiosa de gente del Matadero" (Echevarria 1986:78)

Por un lado la construcción de la identidad en el sujeto se establece a través de la filiación a un grupo específico que es legitimado a través de la institución del Estado, en este caso el matadero, el cual provee de costumbres al sujeto que lo territorializa a un espacio propiamente dicho. Las manifestaciones que se ejercen a partir de dicho grupo legitiman su ideología y por tanto se auto representa ya no en la función del sujeto sino en el respaldo simbólico de la institución. Esta idea nos lleva remitir que toda pertenencia exige también una exclusión que simboliza la identidad de lo que es y no es dentro de un espacio. En ese sentido podemos observar que la identidad juega un papel represivo y liberador dentro del desarrollo de es practicas identitivas. Es represivo por que reprime cualquier tipo de manifestación que atente contra el poder hegemónico legitimando las instituciones como fuente de identidad y es liberador por que permite, a través de los grupos unitarios, crear una conciencia critica del imaginario social permitiendo elaborar nuevas formas de representación que permitan construir una nueva identidad desde la deficiencias del poder hegemónico.

4. CONCLUSIÓN

Si bien ambos elementos se configuran como factores que representan un ideal de nación, el espacio de enunciación en que se erige el texto está provisto de una carga ideológica dirigida. Es por ello que el Matadero más que una novela se erige como un manifiesto que distingue a las instituciones como factores ideológicos del Estado las cuales forman el imaginario colectivo a través de prácticas que simbolizan una ideología imperante. La resistencia unitaria no es más que el síntoma de la mala organización y utilización de dichas instituciones. Por ello vemos que el sujeto dentro del texto exige su identidad no solo desde funciones abstractas sino desde determinaciones reales. La iglesia y el matadero al ser extensión ideológicas del Estado son a su vez símbolos de costumbres propiamente argentinas pero que mal encausadas por la ideología federalista. Vemos entonces que la relación sujeto sociedad se funde en una serie de representaciones que devienen en la formación del individuo y la delimitación de su ideología e identidad. Podemos sostener, ante lo expuesto, que la representación socio ideológica que configura el matadero en el imaginario colectivo argentino genera percepciones de la diferencia y los proyectos que se necesitan para homogenizar al sujeto argentino en su búsqueda de una nación, por lo que El matadero se configura como un antecedentes directo en la posterior y prolífica constitución y problematización del gaucho argentino.


BIBLIOGRAFÍA

1. Anderson, Benedict.
1993 Comunidades imaginadas: Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. Trad. Eduardo L. Suárez. Fondo de Cultura Económica

2. Althuser, Louis.
1999 Filosofía como arma de la revolución. Edit Siglo XXI.
3. Bauza, Hugo F.
2000 “El Matadero: Estampa de un sacrificio ritual”. En Revista de Crítica Literaria Latinoamérica. Año XXV, Nº 51 Lima –Hannover, 1er Semestre. pp. 191-198

4. BOURDIEU, Pierre y Loïc Wacquant.
1995 Respuestas: por una antropología reflexiva, Edit. Grijalbo. México.

5. ECHEVARRIA, Esteban
1986 La Cautiva y El Matadero. Edit Oveja Negra

6. GRAMSCI, Antonio.
1967 Cultura y literatura. Barcelona, Península.
7. Iglesias, Cristina.
1996 Muertes o crímenes: Un dilema estético (A propósito de las Víctimas de la cultura en El Matadero de Echeverría y en el niño proletario de Lamborghini) En Narrativa Argentina. Noveno Encuentro de escritores Dr. Roberto Noble. Cuaderno N° XI, Buenos Aires. Fundación Roberto Noble. pp. 25-29.
8. Jitrik, Noe.
1971 “Forma y significación en El Matadero de Esteban Echeverría”. En El fuego de la especie. Buenos Aires. Edit. Siglo XXI, pp. 91-92

9. Sommer, Doris.
2004 Ficciones Fundacionales. Las novelas fundacionales de América Latina. Ed. Fondo de Cultura Económica.

10. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
s/f Ideología y Nación. Siglo XVIII y siglo XIX
http://buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0.

[1] Recordemos que tanto como Simón Bolívar y José de San Martín tras terminar la independencia de América Latina iniciaron una serie de gestiones que permitieran imponer un sistema de gobierno a un grupo determinado siendo los principales beneficiarios ellos mismos.
[2] Para Benedict Anderson la nación se constituye como una comunidad, política, imaginada, limitada y soberana. Dentro del siglo XIX la idea de nación se basa sobre modelos que permitan la construcción de un imaginario homogenizador por lo que cada frente ideológica proyecta una idea de nación que permite el proselitismo ideológico formando de esa manera frentes para la expansión de la identidad establecida.
[3] Entendido desde la visión de la RAE de 1822
[4] RAE. 1803: Entendimiento y pensamiento de alguna cosa. Percepción.

Anotaciones entorno a "El vuelo de la ceniza" de Alonso Cueto

Entre conocidos y extraños. Construcción y (Re) presentación del sujeto cínico en el “Vuelo de la ceniza”

Gustavo Alcántara

Sumilla: El presente trabajo propone establecer la construcción del sujeto como un acto performativo de la cultura. La normalización del sujeto parte desde espacios y manifestaciones ideologizadas que determinan la inserción del sujeto a un medio determinado. Aunque, en dicho proceso, los múltiples factores que condicionan la sociedad, provocan en el sujeto el cuestionamiento o el dogmatismo de la ideología en la que están inmersos; por lo que el sujeto encuentra en la transgresión, tomando como referente directo, en éste caso, el cinismo, un medio de liberación y represión que no solo legitima su posición sino que también la cuestiona desde las propias bases de su construcción, estableciendo una constante lucha entre “el ser o no ser” parte de una cultura. Postulo que la construcción del personaje principal de la obra se establece en un campo de lucha ideológica entre lo que es y la transgresión de su identidad por el otro. El personaje lucha entre lo que debe ser y mantener y la realización de su propio deseo aunque si bien, este parte directamente del Otro, es a través del cinismo, que reconfigura tal deseo hasta adscribirlo como una función propia de su deseo y deja de lado el deseo de ese Otro.

Palabras Clave:
Transgresión – cinismo – ideología - performance


Por que teníamos muchos relatos
Pero solo una vieja historia que hablar


La construcción del imaginario colectivo en América Latina se establece a través de una serie de procesos interculturales entre la emergencia social de un nuevo continente y los parámetros culturales que la vieja cultura española trajo consigo. La construcción de una cultura que albergara no solamente las excedencias de una cultura en declive sino de las diversas manifestaciones y tipos de sociedades que existían en América fue una tarea totalmente compleja. El poder que atribuía la conquista por los españoles determino la formación de las ciudades y la construcción de los poderes sociales estableciendo frentes tanto de enunciación como de represtación. De esta manera se forman las primeras distancias culturales no solo entre sujetos de una misma cultura sino también entre las diversas sociedades que alberga América Latina.

Tras las vicisitudes independentistas y las posteriores revelaciones modernas, la visión colonial aun sigue presentes dentro de nuestro imaginario colectivo como una serie de huellas desvalorizan y/o sobrecargan ciertos valores que organizan nuestro habitus. Al ver las limitaciones que tiene el sujeto sobre un medio estereotipado por un imaginario heredado junto con las diferentes corrientes posmodernas, el sujeto busca nuevas formas de legitimarse como sujeto ya no de Otro rígido sino sobre las conveniencias o aflicciones de su propia experiencia.

El presente trabajo esta orientado a distinguir en El vuelo de la ceniza de Alonso Cueto las diferentes formas en que el individuo construye su identidad a partir de una serie de marcas ideológicas que estructuran su imaginario y las diferentes formas en que dicha identidad es puesta en practica dentro del medio en que se desarrolla el personaje. Aunque ello genera a su vez un cuestionamiento acerca de lo que el personaje y a donde pertenece y las diversas formas en que este trata de revertir la transgresión de su identidad perdida tras los sucesos ocurridos con su padre.

De esta manera no solo se observara la forma en como se construye el individuo dentro de la sociedad sino también los diversos procesos ideológicos y psicológicos que el personaje es victima y victimario dentro de una sociedad que lo corrompe


Porta Retrato: La construcción de la identidad.

Construir en América Latina no solo se ha remitido a proyectos ideológicos que permitan la adecuación del sujeto en la sociedad que lo alberga, sino también a un orden que pueda configurar los diversos sistemas en los cuales ésta sociedad, como un todo, pueda determinarse. Si bien los diferentes proyectos que se han desarrollado en América Latina han determinado la constitución de las diferentes naciones o estados (imaginarios), cabe recalcar que dichos proyectos se establecieron a través de manifestaciones simbólicas y abstractas que permitieron que estos espacios fueran legitimados desde la construcción de caracteres que la distinguieran de otras.

Si tomamos que la organización de la ciudad establece las primeras distancias entre uno y otro sujeto en la sociedad (Rama: 1984) Observamos que el sentido de pertenencia a un espacio determina que las personas que viven en lugar poseen rasgos que las distinguen de otras personas que viven en otro lugar[1], por lo que se crean ciertas características atribuidas a un espacio identifican a una persona de otra. Esta identificación, entre un sujeto y otro, se establece como una construcción imaginaria a partir de las diversas marcas que este sujeto distingue de otro (lenguaje costumbre etc.) y elabora un sistema ideológico que permita distinguir una imagen que es la suya (este hombre soy yo) (Masota 1991: 65) afirmando de esta manera su identidad

La afirmación de lo que “yo soy” implica a su vez la negación de lo que “no soy yo”, el otro. Este otro se convierte entonces en todo lo que yo no soy y es lo que me distingue y diferencia ante las diversas huellas en las que mi yo esta enmarcado. La identidad por tanto, se construye desde simbolizaciones en que el yo es remitido por diferentes factores en la que es configurado y determinado a una conducta y un espacio específico.

Estas identificaciones permiten crear marcas ideológicas que se desarrollan e instauran dentro de la constitución del sujeto. En consecuencia, la identidad por tanto se configura en ese sentido como representación del espacio y del imaginario en cual el sujeto es construido.

Cuando el Dr. Boris Gelman, personaje principal de El Vuelo de la ceniza de Alonso Cueto, se entera que su padre ha muerto en los brazos de una prostituta dicho acto no solo significa el fallecimiento de su progenitor sino también la transgresión del imaginario en que esta constituido el personaje. El padre configura el universo ideológico del personaje como el representante que legitima su identidad. Esta identidad, como hemos anotado anteriormente, está determinada por una serie de factores que adecuan al personaje al espacio que lo identifica.

"Un hombre de sesenta y dos años. Un médico de vocación, un caballero. Su padre. Su pelo rubio, su bigote estirado, sus pies condecorados con escarpines, siempre cortés, siempre justo, siempre la casa como una clínica. El trabajo la decencia y la rectitud* El niño come a las doce, cena a las seis y está en la cama dormido a las ocho. Se viste de blanco, de azul o de lila. No come alimentos que le hagan daño como salchichas o papas fritas. Saluda siempre a todos tus tíos dando la mano y mirando de frente. Y reza en su cuarto y no tiene malos pensamientos. Y no va a fiestas donde los muchachos toman y las chicas se insinúan. Solo trabajo duró y sentido te puede llevar a tener éxitos en la vida, hijo; estudiar medicina, como yo, pero especializarte en análisis del laboratorio, no sólo ser médico sino ser el director de nuestra clínica algún día. Nunca debes meterte en política. No vayas a fiestas y reuniones donde corre el licor y la droga. No cedas a las tentaciones. Ten bien alto tus principios, tú eres mi único hijo y tu vas dirigir nuestra clínica*[2].Cuando vuelvas al Perú, hijo. Cuando estemos aquí todos. Si, papa." (Cueto 1995: 50)

Como vemos, es el padre quien provee al personaje de toda carga ideológica de lo que él es y debe ser. Por ello, la muerte del padre en dichas circunstancias, transgrede todo el sistema ideológico en el cual esta constituido el personaje, dicho acto juega un papel decisivo en la historia, ya que al quebrarse la identidad, el personaje busca la manera en como puede reparar la transgresión producida y reparar su identidad. Esa es la causa por la que asesina a la que él cree la prostituta con la que su padre ha quebranto su identidad, pero que capítulos posteriores nos demuestran que había que era la persona equivocada. Por otro lado, vemos la actuación de la madre como el soporte ideológica que permite al personaje no desterritorializar su imaginario. Por lo cual, muerto el padre, todos los actos que realiza posteriormente son en salvaguarda a la integridad de la madre que no es más que la extensión de su propia identidad. Es decir, que muerto el padre, y en dichas circunstancias, es la madre quien aun determina la situacionalidad del sujeto por lo que el busca en ella la justificación de su propio yo.

"-No te preocupes, mama. Esa mujer ya no hará mas daño, mama. Papa esta mas tranquilo en el cielo ahora. (…)No te preocupes. Voy a seguir." (Cueto: 16)

Podemos observar que el padre, a pesar que haya transgredido sus propias reglas, se sitúa ante los ojos del personaje como victima que debe ser redimida y vengada, más aun, es la madre quien posee una doble simbolización, la de victima y heroína ya que a pesar de ser engañada, mantiene la pureza del “apellido” con el silencio. Ello nos sitúa en Boris como receptor de un doble crimen, el asesinato real del padre y el asesinato simbólico de la madre ya que la privan de su voz y la subvierten a un grado de subalternidad. En este contexto, vemos que Boris Gelman decide matar a la gente de mal vivir no por vengarse sino por reafirmar y redimir su propia identidad. La muerte del otro constituye la afirmación de su identidad restableciendo el orden perdido a través de la trasgresión del otro y de la extensión de yo imaginario, su padre.

Entre pipas y palos de Golf: Performance y espacio.

Toda identidad se construye desde un espacio de enunciación específico que permite ubicar al sujeto desde una fuente ideológica que determine el desarrollo de su personalidad y sobre todo su visión acerca del mundo. Esta visión es una visión construida desde la cultura, una cultura que genera en el sujeto adecuación y obtención ciertas huellas que permitan su adecuación a un medio que lo albergue. En el texto vemos que son dos los espacios desde los cuales los personajes actúan: por un lado tenemos el espacio marginal o subalterno representado por las prostitutas, cafichos etc. y por otro el espacio hegemónico representado a través de la clínica, el negocio familiar, la clase social etc. Ambos sujetos se determinan desde huellas o marcas ideológicas totalmente diferentes los cuales debe cumplir para seguir manteniéndose dentro de dicho espacio, es decir, cada sujeto debe seguir un guión, una perfomance que su propio espacio determina para poder adecuarse y legitimar su identidad.

Para Boris Gelman el vivir en “el trabajo la decencia y la rectitud y Tener bien alto tus principios” establecen el parámetro que debe seguir el personaje para identificarse como hijo del Sr. Víctor Gelman. Cuando el padre rompe con esos valores, es el hijo quien sufre las consecuencias ya que al no tener el soporte ideológico correspondiente, es decir el modelo simbólico de su identidad, Boris no puede sostener más esa perfomance, es decir seguir viviendo en “el trabajo la decencia y la rectitud y Tener bien alto tus principio”. Por lo cual, para mantener dichos parámetros, necesita transgredirlos para regresar al orden al cual estaba inscrito, si embargo, dicho acto convierte esos parámetros colectivos en fines individuales que ya no subvencionen su falta con el Otro sino con su propio yo ausente de un modelo ideológico.

Había vuelto a Lima. Una ciudad, una selva. Veredas rotas, oscuras, donde vagan seres sombríos y malignos, mujeres enfermas de deseo sexual. Las figuras ruidosas de las noches, allí estaban. Ese era el infierno que había habado con su padre. Tener que buscar a otras putas como esas para evitar que volviera a derribar hombres dignos. Era el agente llamado a protegerlos. Buscarlas en las calles. (Cueto: 30)

Los diferentes sucesos que marcan la vida de Boris Gelman generan que se aparte del guión en el cual había sido concebido y adopte una serie de posiciones que no sólo son diferentes a su posición ideológica primaria sino que también se aleja de lo que el mismo es, su identidad. La perfomance, en ese sentido, no sólo se determina como manifestaciones de lo que es sino también de lo que debe ser el sujeto. Estos guiones fijan al sujeto dentro de un contexto determinado permitiendo adecuarse no solo al espacio sino también a los sujetos que están dentro de él. Cuando Gelman decide ser el justiciero de los hombres respetables, si bien por un lado decide accionar en pro del colectivo que lo determina también dicha acción lo aleja de ese colectivo por que deja de lado las diferentes marcas que distinguen a dicho colectivo en el cual esta insertado.
Observamos en Gelman que la delgada frontera entre su mundo y el mundo marginal al que siempre ha sido indiferente y hasta asqueado:

Una sombra se ha detenido junto al vidrio. Es una cara de color tierra y esta cruzada de arrugas. Lleva un sombrero. En sus ojos apretados hay un fuego sucio. Ahora se oprime las dos manos en el pecho y dice algo (por favor una ayuda, por favor) Es un pobre mendigo- Boris aprieta los labios, cierra la ventana (Cueto: 26)

Implica una armonía estructurada dentro de un orden simbólico establecido. Como hemos afirmado líneas arriba, la constitución de la ciudad forma los caracteres jerárquicos de la sociedad la que permite establecer las fronteras entre un espacio simbólico y otro entre los sujetos que la conforma distinguiéndolo por características propias. Estas fronteras señalan entonces los limites en que la identidad es generada para desarrollar en la pefomance sin caer en la incoherencia, por ello la distinción de caracteres es lo que macara la distinción entre le personaje y los demás seres que lo rodean. Para Boris Gelman el otro se presenta en el texto como un ser indecente, inmoral y sin principios. En ese sentido, ¿Quién seria el otro si los personajes que lo rodean ese mueven dentro de esas características? La perfomance se establece como el manual de conducta que el sujeto debe seguir en un espacio determinado, por otro lado ello no quiere decir que se adecue totalmente o pertenezca ese espacio. En ese sentido podemos nombrar dos claros ejemplos de cómo la perfomance puede ser la misma pero que no tiene el mismo valor entre los sujetos ya que el modo de enunciación es totalmente diferente.

En ese contexto, Carmela y Tristan representan el mundo marginal al que Boris Gelman desea erradicar para que ningún hombre decente pueda sucumbir como lo hizo su padre. La perfomance de estos sujetos están justificadas desde el espacio en que son enunciados: ella meretriz y el proxeneta pertenecen a un mundo otro, muy diferente en el que esta suscrito el personaje, por otro lado Sonia y Tito, ambos están dentro del margen espacial del personaje, Tito primo del personaje y Sisan novia de este última se insertan dentro de un mundo al que Boris Gelman también frecuenta y pertenece. Estos personajes realizan la misma perfomance pero desde perspectivas muy diferentes. Por ello el primer par de ellos representa lo que no es Boris Gelman y el otro par representa lo que no debe ser.

Vemos también que la perfomance de Boris Gelman no solo trata de seguir esos principios por lo que ha sido configurado, sino que tras el suceso de la muerte de su padre estos principios no solo son aceptados sino también necesitan ser actualizados. Al no completar dicha actualización, el personaje tiene el deber de hacer lo necesario y posible para que esos patrones se restablezcan y pueda generar la perfomance que necesita para funcionar dentro de su espacio. En ese sentido vemos que la perfomance no sólo establece como el guió que debe seguir el personaje sino también que ello conlleva una carga simbólica adicional establecido por la historia de su propia cultura. Loo que trata de recuperar Boris es la pureza del apellido y su perfomance en se contexto es totalmente diferente de lo que es en realidad. Observamos que esa culpa no es atribuida ni al padre ni a la madre, sino al otro que incurrió en un espacio que no es el suyo y a él mismo por haber permitido que su imaginario se haya transgredido en su ausencia.

"Es mi culpa que haya sucedido esto. Es mi culpa que te haya dejado, que esto haya ocurrido es mi culpa. Si me hubiera quedado" (Cueto: 48)

Cuando Gelman indica “el infierno que le toco vivir a mi padre yo me encargaré que otros no lo vivan” ese acto parte de proteger lo que ha sido invadido no solo real (relación sexual) sino también simbólicamente (muerte y vergüenza de la madre, del apellido) Lo que se tiene que eliminar para Gelman es el otro, el marginal, las prostitutas y todos los seres oscuros que han manchado y tocado su nombre, que han transgredido su espacio.

Desde este punto vemos que la performance no sólo es un modelo a seguir sino también es la actualización de los patrones y más aún la lucha por mantener el orden por el cual la sociedad es vista por el personaje.


Tubos de escape: Transgresión(es)

Como hemos visto la perfomance si bien se establece como una serie de características que el sujeto toma para adecuarse a un medio en especifico, esto también obedece no solo a la selección arbitraria del sujeto sino que detrás de ello esta el campo ideológico del cual esta enunciado. Vemos entonces que toda perfomance establece el éxito de su producción al modo en como se reproduce los actos con el imaginario del sujeto. Vemos en Boris Gelman que su posición como doctor y hombre respetable se quebró ante el suceso ocurrido con su padre.

Si bien en primera instancia la venganza se elabora como un plan para reivindicar al Otro, limpiar su nombre y regresar el orden al status quebrantado, observamos que la práctica de dicha función genera también la traición al imaginario en el cual ha sido concebido. Para reivindicar su imaginario necesita traicionar sus propios parámetros culturales e ideológicos. Ante ello, Boris Gelman si bien toma como fin erradicar a todos los seres marginales para que no ocurran mas desgracias, ello solo sirve como pretexto para reinvidicar no solo a ese Otro transgredido sino a su propio yo.

Observamos que dicha función particular sustentada en el sistema como factor de origen de dicho mal, se sustenta como fuente cínica del sujeto para obtener a través del Otro su propio placer, en este caso la reinvidicacion. Vemos que el cinismo es, además, un producto ideológico enemistado con la moral y la ética. Cuando se le hacer ver al cínico que detrás de la ideología están los intereses de un grupo determinado, él responde que el hombre es por naturaleza codicioso y que lo más conveniente es proveer un marco legalizado para la codicia. Y cuando se le informa sobre la lucha de individuos honestos contra la iniquidad, él intenta descubrir en ella el interés particular a fin de deslegitimarla. El cinismo es por ello una moralidad puesta al servicio de la inmoralidad (Ubilluz 2006)

"-Muy bien, ahora que estamos reunidos –dice Boris mientras sorbe de un té-, quiero pedirle un consejo sobre el doctor Panizo.He sabido que tiene una relación con la señorita Lorena Daga. Es una noticia muy desagradable, ¿no les parece? (…) Es un hombre casado y tiene una ventura con esa mujercita que es su secretaria y podría ser su hija. (…)
-No se para que nos preguntas. Ya lo despediste ¿no?
-No, pero lo voy a despedir. El es un buen médico pero no podemos permitirnos estos episodios (…)
-El Dr. Panizo ya esta separado de su esposa, Boris-Dice Lozano. Ya ni siquiera vive con ella. Puede hacer lo que quiera-(…)
-No doctor. Eso no tiene un valor. Una pasión es una experiencia emocional y biológica, una necesidad o apetito. En todo caso, es algo parecido a lo que siente un animal. Decir que una pasión es importante es una estupidez (…) Las pasiones son lo accesorio
La razón es lo permanente. El orden es lo permanente. El cuidado de nuestras vidas es lo permanente. La moral es lo permanente. El mundo se sostiene por eso, por que un montón de gente tiene un orden y una estructura en sus vidas. Eso es lo que dura. Los valores. Esas son las estructuras que sostienen a las sociedades y a los individuos (…) Virtudes como la honestidad, la decencia, la lealtad. (…) El placer es solo una desviación temporal (…) Yo solo le pido que tengan la bondad de ser hombres decentes, doctor Gálvez, ¿Es mucho pedir?*[3]"(Cueto: 86-87)

Para Boris Gelman la moral se constituye como el soporte ideológico de su identidad. Si bien la moral se forma como la fuente principal de su imaginario vemos que el personaje ostenta una doble moral. Por un lado se escandaliza por el hecho de que un hombre separado pero aun casado este saliendo con su secretaria pero por otro lado el es asesino de dos mujeres y un homosexual. La moral se construye en el texto como la marca ideológica de la decencia que es la representación de la identidad de Boris Gelman. Observamos que el acto cínico entre el hablar y exigir a sus colegas mantener la decencia y rectitud se contrapone ante los asesinatos cometidos, vemos entonces que la distancia entre la razón y la pasión no se reducen ante los demás pero si ante él, ya que su justificación como manifiesta es que él es el elegido a brindar justicia.

En ese sentido vemos que Boris Gelman sabe lo que esta haciendo. Lo que hace es un acto que no solo implica la pasión del momento sino también responde a un acto planificado y lógicamente estructurado que le permite llegar a un fin, este acto a pesar que sepa que lo hace esta mal, el lo hace por que necesita cubrir la ausencia que la transgresión del otro ha provocado en el. Ello no quiere decir que todo acto cínico se base estrictamente ante el no reconocimiento del Otro para lograr los objetivos personales, por el contrario la relación que tiene el sujeto con el Otro es una relación de dependencia ideológica que solo busca cubrir los espacios vacíos que el Otro deja en el sujeto transgrediendo su propia norma para legitimar su identidad dentro del espacio que lo enuncia. Observamos en ese sentido que el cínico actúa para satisfacer su propia individualidad y que sin embargo legitima al Otro no desde la misma funcionalidad del Otro que lo instaura sino a través de su propia transgresión.

Vemos entonces que el sujeto sabe que lo que hace atenta contra los principios del otro y sin embargo lo hace para satisfacer su deseo que no es más que el deseo del deseo del otro reflejado en la ausencia. Para Boris Gelman asesinar no solo implica satisfacer el deseo de recuperar su nombre para si, sino que también sabe que recuperando su nombre el Otro también recupera algo que le pertenece y mantiene el orden dentro del estatus quo que lo orden. Quiere decir que si bien actúa para si, para salvase el y su apellido también al salvar su apellido se salva el grupo que lo determina y lo enmarca dentro del campo ideológico que lo determina.

Vemos por ello que el cinismo que desarrolla el personaje busca su placer en la eliminación del otro, por lo que transgrede las leyes del Otro que lo configura mas dicha transgresión en el fondo también implica una sujeción al otro que si bien no sigue las leyes que lo parametran, la trasgresión busca legitimar su presencia indirecta a través de procesos que simbolicen su propia función distintiva, la cual termina por redimir su identidad.
































Bibliografía

Ø Bourdieu, Pierre y Loïc Wacquant. Respuestas: por una antropología reflexiva, Grijalbo, México, 1995.
Ø Cueto, Alonso. El vuelo de la ceniza. Editorial Apoyo, Lima 1995
Ø Lacan, Jacques. La familia. Argonauta. Barcelona. 1978
Ø _____________. Seminario III: La psicosis. Texto establecido por J.A. Miller. Buenos Aires: Paidos. 1984
Ø Rama, Angel. La ciudad letrada. Ed. Del Norte. 1984
Ø Ubilluz, Juan Carlos. Nuevos súbditos. Cinismo y perversión en la sociedad contemporánea. IEP. Lima, 2006
Ø Žižek, Slavoj. sublime objeto de la ideología, ED. Siglo XXI, México, 1992



[1] Nos referimos en el sentido más estricto de especialidad. Esta idea se recoge de Ángel Rama en La ciudad letrada ya que nos oriente a determinar la especialidad del sujeto como parte indiscutible en la organización de su identidad.
[2] *Subrayado nuestro
[3] Subrayado nuestro

martes, 14 de julio de 2009

A mamá

Cáncer

LOS 50: POESÍA A CUATRO VOCES

Centro Cultural Inca Garcilaso
Ministerio de Relaciones Exteriores
Jr. Ucayali 391 - Lima 1. Teléfono (511) 623 2656.
7pm
a
a
LOS 50: POESÍA A CUATRO VOCES
a
a
Washington Delgado
Luis Fernando Chueca
Francisco Bendezú
Carlos López Degregori
Miércoles 15 de Julio
a
*
a
Pablo Guevara
Hildebrando Pérez
Javier Sologuren
Ana María Gazzolo
Miércoles 22 de Julio
a
a
a
Correo electrónico:centrocultural@rree.gob.pe.
http://www.ccincagarcilaso.gob.pe/

Estoy leyendo...

lunes, 13 de julio de 2009

domingo, 12 de julio de 2009







Hace 105 años nació Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, o mejor conocido como Pablo Neruda.


Poema XV

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,


y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.


Parece que los ojos se te hubieran volado


y parece que un beso te cerrara la boca.


Como todas las cosas están llenas de mi alma


emerges de las cosas, llena del alma mía.


Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,


y te pareces a la palabra melancolía.


Me gustas cuando callas y estás como distante.


Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.


Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:


déjame que me calle con el silencio tuyo.


Déjame que te hable también con tu silencio


claro como una lámpara,simple como un anillo.


Eres como la noche, callada y constelada.


Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.


Distante y dolorosa como si hubieras muerto.


Una palabra entonces, una sonrisa bastan.


Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.






sábado, 11 de julio de 2009

Dalí


La tentación de San Antonio. Salvador Dalí

viernes, 10 de julio de 2009

Te amo

100% Onetti



Una de las figuras mas emblematicas que ha producido America Latina es Juan Carlos Onetti. De la transcripción de una entrevista en la televisión francesa, que originó el libro Un posible Onetti, dejo a manera de homenaje estas respuestas -onettianas podría decirse- del genio huraño y descreído:


ADOCTRINAR

Jamás me interesó adoctrinar. ¡Si hasta en el Quijote, que estoy releyendo por milésima vez, me revientan esos parrafitos didascálicos que a veces preceden los capítulos!


AMOR

Te agarra a traición, como algunas muertes… Yo sólo creo en el amor loco. Lo demás son ganitas de tratar de encontrarse en una cama o un buen negocio de matrimonio. Este amor pasión tal vez sea el único que importe. Lo que nada tiene que ver con el insensible declive que va llevando a una amistad cariñosa, en los mejores casos a una ternura, a un agradecimiento, a una necesidad de compañía.


AUTENTICIDAD

Yo besaré los pies de aquel que comprenda que la eternidad es ahora, que él mismo es el único fin; que acepte y se empeñe en ser él mismo, solamente porque sí, en todo momento y contra todo lo que se oponga… Siempre he sido Onetti. Nunca usé trucos, ni estafé a nadie ni a mí mismo. Todas las debilidades que se pueden encontrar en mis libros son debilidades de Onetti y son auténticas debilidades.


COMPROMISO

No hay más compromiso que el que uno acepta tácitamente cuando se pone a trabajar. Compromiso con uno mismo. Escribir lo mejor que le sea posible; con total sinceridad, sin pensar en los hipotéticos lectores. Si hay ternura sale, si hay posición política sale, quiéralo o no el autor. Esas cosas no hay que proponérselas, van a aparecer solas… En todo lo que escribí he participado. Sólo los malos escritores creen que el compromiso debe ser político.
CRÍTICOS
Los críticos son la muerte; a veces demoran, pero siempre llegan.

ESCRIBIR 1

Al escribir sucede lo mismo que cuando uno se enamora. De pronto uno necesita escribir sin saber por qué. Yo le hice a Vargas Llosa –buen amigo mío- una comparación: lo que tú tienes es un amor conyugal con la literatura y debes cumplir como un buen marido. En cambio yo tengo con ella relaciones de amante: cuando me viene el deseo, escribo. Por eso lo hago por ataques. A veces me paso meses y meses y no se me ocurre nada,pero sé que volverá en el momento más inesperado… Si escribir significara para mí un trabajo: ninguna línea, ningún día.


ESCRIBIR 2

Las cosas suceden, simplemente. Cuando uno va a hacer el amor no se pone a pensar previamente en la técnica que aplicará. Uno va y lo hace y las cosas suceden. Lo mismo al escribir. Uno se dienta con una idea, pero a partir de ahí lo que ocurre es otra historia, no es la técnica… Cuando estoy escribiendo no existe nadie, ni el lector ni el crítico ni la familia… Yo en general tengo una sensación cuando me pongo a escribir: ¿qué va a ocurrir? Ignoro absolutamente cómo va a ocurrir; ese cómo me sucede mientras estoy escribriendo… Es decir, yo sé qué voy a escribir, pero luego ocurre de otro modo. Lo que aparece en el texto no es exactamente lo que yo quería.


LEER

Siempre leí lo que me gustó leer, despreocupado de que los libros figuraran o no en los programas de enseñanza o en las sucesivas modas que los frívolos y los tan diversamente comprometidos fingen, declaran, apasionantes… Yo pienso que leer mucho es indispensable, y que quien no esté dominado desde la infancia por el vicio de la lectura, no llegará a ser escritor.


LITERATURA

No, no hago literatura. La odio; odio hacer literatura.


MENTIRA

Todos sabemos que nuestra manera de vivir es una farsa, somos capaces de admitirlo, pero no lo hacemos porque cada uno necesita protener una farsa personal.


SILENCIO

Yo creo captar el otro en el silencio. Es una ilusión que no se puede comprobar nunca. Pasa el tiempo y te das cuenta de que tú tienes razón. Y tal vez, cuando más seguros estemos de que podemos comprendernos, más difícil sea decir nada.


TRABAJO

Una estupidez odiosa de la que es difícil escapar.


VERDAD

Decir la verdad es imposible; los hechos desnudos no significan nada. Lo que importa es lo que contienen o lo que cargan; y después averiguar qué hay detrás de esto y detrás, hasta el fondo definitivo que no tocaremos nunca… Hay varias maneras de mentir, pero la más repugnante es decir la verdad, toda la verdad, ocultando el alma de los hechos. Porque los hechos son siempre vacíos, son recipientes que tomarán la forma del sentimiento que los llene.


VIVIR

El oficio de vivir se aprende si sabemos abandonarnos, interpretar y obedecer las indicaciones del destino, si sabemos despreciar lo que debe ser alcanzado con esfuerzo, lo que no nos cae por milagro entre las manos. Toda la ciencia de vivir está en la sencilla blandura de acomodarse en los huecos de los sucesos que no hemos provocado con nuestra voluntad, no forzar nada, ser, simplemente, en cada minuto… No hay viejo que no pueda vivir un año más ni joven que no pueda morir el día siguiente.



Fuente: Moleskine literario

miércoles, 8 de julio de 2009

No es una sino muchas muertes




Ayer por la tarde se dió la penosa noticia que Enrique Congrains, sinónimo de la Generación de los 50, había fallecido en Cochabamba a la edad de 77 años. Ésta no es una, sino muchas muertes.

TESTIMONIO

Innovador de nuestras letras

Miguel Gutiérrez
Escritor

Lo leí cuando casi era un adolescente, y tuve la sensación de encontrarme con una suerte de Ciro Alegría urbano, pero si se quiere más intenso. Nadie que haya leído No una sino muchas muertes (que indudablemente mereció una película mejor y más cercana a su espíritu) olvidará a Maruja, sin duda la primera representación de la mujer en nuestra narrativa con todo su poder. Tampoco olvidará a los jóvenes amantes de ese cuento inolvidable “Domingo en la jaula de estera”. De pronto Congrains dejó de publicar y pensé que la narrativa había perdido a un escritor de muchas posibilidades. Sin embargo, más de 40 años después publicó dos libros, El narrador de historias y 999 palabras al planeta Tierra, que la crítica, con la ceguera y mezquindad que le caracteriza (con raras excepciones), trató con desdén y suficiencia. Quería que Congrains siguiera escribiendo la misma historia de siempre. Estas novelas las leí con asombro y deleite, acaso con mayor sabiduría narrativa abordaron nuevos temas y situaciones para nuestras letras, con el mismo espíritu innovador del joven Congrains. Enrique, gracias por todo lo que aprendí de ti.

Afecto a las clases populares

Oswaldo Reynoso
Escritor

Lo conocí en el Palermo, cuando él leía un cuento que me pareció muy interesante, en el que contaba sobre la pobreza urbana, pero no desde arriba, como se hace en Los gallinazos sin plumas. Congrains lo hacía desde la misma calle, pues era un escritor que sentía afecto por las clases populares. En las pocas veces que lo traté me di cuenta de que era un compañero leal. (La República 07/07/09)

lunes, 6 de julio de 2009

Yo no sabía...

¿Cuántas veces has buscado la manera precisa en decir mucho diciendo poco? Juan Gelman(http://www.sololiteratura.com/gel/gelpoemas.htm) es el autor de ése magnifico poema que escuchan o estan a punto de escuchar. Por otro lado, la pelicula, "El lado oscuro del corazón", también es totalmente exquisita y recomendada para quienes puedan entenderla pero, sobretodo, para quienes puedan sentir mucho diciendo poco.

sábado, 4 de julio de 2009

Por que podemos decir una vez más...


Un buen amigo mío me dijo que el miedo se debe guardar en un diván y perder la llave en un sitio cualquiera. Me dijo que las palabras son las herramientas mas delicadas que pueden derrumbar a un goliat con un solo golpe. Me dijo que el silencio es oportuno sólo si nos encontramos en un velorio, en el mar o en algun asiento hacia algun lugar...


Es por eso que L..., a ti el silencio de mi palabra y la llave de miedo por reactivar este blog...

domingo, 14 de junio de 2009

LA JAULA IDEOLÓGICA: ESTADO Y SUJETO EN EL MATADERO DE ESTEBAN ECHEVARRIA

Curso: Romanticismo
Alumno: Gustavo Alcántara

Tema especifico: La construcción de la identidad su relación con la sociedad en El Matadero de Esteban Echevarria

Postura: Identificar como el establecimiento de los aparatos ideológicos del Estado generan los elementos de represión y liberación en la representación social del sujeto en El matadero de Esteban Echevarria


LA JAULA IDEOLÓGICA: ESTADO Y SUJETO EN EL MATADERO DE ESTEBAN ECHEVARRIA

Las profundas transformaciones políticas y sociales que marcaron el siglo XVIII, fueron el comienzo de una serie de cambios radicales que en el siglo XIX originaron la búsqueda intensa de una identidad propia y regionalizada. Ello determino que nuestro continente fuera el flanco de múltiples procesos que permitieran formar una idea de lo que éramos y lo que queríamos ser. La nación se erigía entonces como un espacio en continua producción concebido desde los fracasos que había generado las instituciones coloniales, las cuales formando la primera identidad del individuo, se bifurcaba entre una tradición paradójica y las incipientes manifestaciones liberales que los procesos independentistas latinoamericanos estaban generando. América comenzaba a poblarse de caudillos y de ideas.

En este contexto, el papel de los folletines o de las novelas románticas se establece como la principal arma ideológica en la construcción de la nación. Las novelas, mas allá de su función ficcional, se alzaban como proclamas ideológicas que establecían modelos de lo que debería ser el sujeto y la sociedad (Iglesias 1996:25), ya que, a través de ello, moldeaban al sujeto a un espacio determinado el que le permitiera no solo acatar el proyecto de nación sino legitimarlo desde sus propias practicas culturales. La sociedad se constituía por ello en una lucha ideológica constante entre el individuo y las instituciones que representaban el proyecto ideológico a seguir.

Cuando Esteban Echevarria (1801-1805) escribe El Matadero (1838-1840) no solo se evidencia en él, el proyecto de nación, sino que también se identifica como una manifestación ideológica de un grupo subalternizado (Unitarios) que si bien en un principio ostentaron el poder, éstos, fueron desplazados por un gobierno dictatorial (federales) que impuso su propio proyecto de nación (un gobierno descentralizado dirigido por los caudillos de la revolución) Vemos que se establecen dos proyectos sumamente diferenciados, donde la nación es generado desde una resistencia ideológica y por otro lado es constituida desde la institucionalidad del gobierno.

Los personajes que configuran el texto se constituyen como ideales colectivos y modelos explícitos de la sociedad. Desde ese punto ¿Cuál seria la relación entre los personajes, como factores colectivos, con la institucionalidad representada, metafóricamente, por el Matadero en el texto? ¿Se podría hablar del matadero como la representación de un sistema que genera elementos de liberación y represión en la configuración del sujeto? Estas preguntas son las que formaran el corpus del presente trabajo que pretende vincular como la relación entre texto y sociedad no solo constituye la visión ideológica entre autor y lector sino que ello enmaraña una serie de redes invisibles que consignan a ambos agentes a una lectura sugestionada.

domingo, 7 de junio de 2009

Argentina

Nombres y
Apellidos: Gustavo Alonso Alcántara Ariche


Tema General:
El Romanticismo Argentino: Algunos Aspectos


Temas Específico:
La construcción de la identidad y su relación con la sociedad en El matadero de Esteban Echevarria.


Postura:
Identificar como el establecimiento de los aparatos ideológicos del Estado generan los elementos de represión y liberación en la representación social del sujeto en El matadero de Esteban Echevarria.