martes, 26 de junio de 2012

La libertad es algo que se consigue, en primera instancia, asimilando la esclavitud.
Hoy un suspiro quejoso me ha consultado 
en qué lugar se encuentra escondida 
la manta que abriga a NN.
El reflejo del diablo se ha empozado
sonriente y pendenciero
en la nata nostálgica de un regaño
despertador
que un despistado Holmes a perdido
en el camino.
NN lo supo hasta su último día,
un día en que el invierno vino a quemarle las manos en un rezo al cristo morado
y armar su lecho entre pajas saladas y escupitajos de aves
quedando expuesto boca arriba, comiendo el infinito
con sus ojos chinos y cansados.
 Existen vacíos tan profundos que el mejor de los argumentos es tan solo el silencio

viernes, 12 de marzo de 2010

¿Qué es la felicidad?

Un profesor de Filosofía preguntó que era la felicidad para uno. Aquí mi respuesta.

¿Qué es la felicidad?

Un libro, una caricia, un bebe sonriendo, un globo que se eleva, el mar, un salto, una risa, un abrazo, una pregunta, un zapato colgando del retrovisor de un auto, el viento, un gato y un perro durmiendo, dos letras en la corteza de un árbol, una mirada que toca un labio, una madre, un cuadro, una niña corriendo, un gemido, una incubadora, dos ancianos de la mano, el desierto, un grito, la lluvia, una cama un domingo por la mañana, un anillo, una conversación sin sentido, un primer beso, un padre llorando, un te extraño dibujado en los vidrios de los carros, el barrio, un concierto, una segunda borrachera, una ronda, una palabra, el gol, un viaje, un suspiro, un sticker, un sueño, aquel dibujo animado, un te quiero escrito, un te amo hablado, una serenata, una balsa, unos guantes, el techo del edificio más grande del mundo, el último día de clases, una foto y la esperanza de que todo esto aún no haya terminado y de que cada minuto sea otra oportunidad para cambiarlo todo.

Gustavo Alcántara Ariche

martes, 23 de febrero de 2010

Cambios


Uno es mas aunténtico cuanto más se parece
a lo que ha soñado de sí mismo

TODO SOBRE MI MADRE



Hace mucho que no leía a Bryce. Recuerdo que la primera vez que cogí un libro suyo fue hace cuatro años en Ayacucho, en una tiendita improvisada que daba al frente del hotel donde me hospedaba. Era un libro gordo y muy buen cuidado al que solo verlo le tome un cariño inimaginable. Lo compré sin pensar siquiera que aquellos diez soles o tres sacrificadas botellas de "calientito" terminarían por resolver mis mil un conflictos personales posteriormente.

Y me ayudó como nunca imaginé que un par de páginas lo harian, y fue alli donde entendi, entre besitos becquer y miller, entre via crucis rectales y viajes frustrados, que solo las palabras con sus sentidos, me podian devolver diariamente aquello que extravío cada día cuando me levanto, y que en dias como estos, como mismas amantes penelopenianas, inquebrantables y pacientes, vuelven a mis dedos a recodarme que es lo que soy o deseo ser.

La verdad es que mi relacion con ellas de aqui a un tiempo se ha vuelto como la de un esposo colonial y capitalista, como un machista religioso y devoto. No lo niego, es por mi culpa, por mi culpa, por mi maldita culpa; dejarla extraviada y abandonada, abandonandome de paso con ella sin querer y irremediablemente queriendo. La deseo y la extraño, de eso no hay duda, por lo que he decidido comenzar a decidir y tratar de encontrar el mejor camino para recontrarme con tienditas improvisadas y libros salvavidas

Es asi que este día termina con palabras que espero vuelvan a ser lo que fueron o tal vez puedan cumplir lo que quieren ser y puedan cambiar mi indisciplinada forma de ver el techo cuando me levanto y juego con las sabanas tratando de evadir una realidad a la que estoy atado con mil grillete siendo solo ellas, irónicamente, me devuelven un poco de lo que he perdido estos años.

viernes, 12 de febrero de 2010

Situaciones

Al final, no nos quedan mas que recuerdos...
Al final, no nos quedan mas que palabras
Después de todo, no se sigue siendo ni uno mismo...

domingo, 4 de octubre de 2009